Si estás pensando lanzar un negocio o hace poco empezaste uno y todavía no encuentras sentido a algunas cosas, quizás te haga falta aclarar tu visión.
Sin visión a futuro, no es posible desarrollar una estrategia exitosa o mantener la motivación cuando surjan obstáculos.
La visión establece el “¿qué?” y el “¿por qué?” mientras que la estrategia trabaja el “¿cómo?”.
Hay quienes establecen visiones a largo plazo: de aquí a 50 años.
Hay quienes la proponen de manera escalonada: 1 año, 3 años, 5 años y así.
Lo importante es reconocer que para decidir tu visión a corto, mediano y largo plazo, si apenas estás empezando tu negocio, debes hablar con tu corazón y no tu cabeza.
Tu mente buscará razones y riesgos para asegurar la viabilidad de la visión que propones.
Sin embargo, el corazón te dirá lo esencial, qué no debe cambiar sin importar las circunstancias sociales, financieras o personales a su alrededor.
Por eso se dice que quien trabaja en su pasión, “realmente no siente que trabaja”.
Una visión te permitirá tener:
- Claridad sobre las metas por cumplir
- Enfoque en el plan de trabajo
- Sensación de “propósito”
- Inspiración para actuar
3 pasos para desarrollar tu visión de vida y negocio
- La primera pregunta que te invito a hacerte es tan sencilla como compleja:
¿Qué quieres?
¿Qué quieres para tu vida? ¿Qué quieres en tus relaciones? ¿Qué quieres para tu empresa? ¿Qué quieres lograr?
Haz una lluvia de ideas. Anota las respuestas en un papel en blanco y sé consciente de si existen miedos o juicios a la hora de escribir alguna idea. Cuando eso ocurra, no la descartes, escríbela.
- La segunda pregunta es más difícil de contestar, sin embargo, es la raíz de este ejercicio:
¿Por qué lo quieres?
¿Cuál de todas las cosas que pusiste en el papel te da alegría, satisfacción, propósito? ¿Qué cosas te limitan o te asustan? ¿Cuál meta crees que haría tu vida lo más feliz y extraordinaria posible si la lograras? ¿Qué emoción, sentimiento o pensamiento se esconde detrás de ese deseo?
- La tercera y última pregunta te ayudará para la planificación más adelante:
¿Para cuándo?
Una vez hayas curado tu lluvia de ideas y hayas determinado cuáles son deseos del Alma vs. deseos del Ego, pregúntate, ¿cuándo puedes alcanzar cada una de ellas? ¿Qué año ves posible lograr cada una de esas metas?
Una vez termines este ejercicio, se te hará más fácil proceder a la creación de tu mapa de deseos o vision board y tendrás mayor claridad a la hora de crear una planificación estratégica para tu nueva empresa.
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Natalia Bonilla es coach de estrategia y comunicación, productora y emprendedora social con más de 10 años de experiencia en comunicación internacional en 12 países. Sus enfoques son la planificación estratégica y la comunicación para impacto social.
¿Buscas ayuda para planificar estratégicamente? Escríbeme: hello[at]nataliabonilla.org
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